martes, 30 de agosto de 2016

Sor Juana Inés de la Cruz, mucho más que hombres necios

La redondilla, es una forma de verso octosílabo, formado por cuatro versos de ocho silabas, con rima asonante ABBA. Mientras el octasilavo es el verso más común en la música popular como el folk, el tango, la balada y el country, el tipo de rima que usa la redondilla la convierten en una figura dificíl, que muchas veces pierde el sentido o termina por usar rimas cacofonicas (vease a MC Dinero)
Hacen falta verdaderos dotados para crear más de una redondilla con significado, balance y belleza. Y en ese departamento, sobresale Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz.
La poetisa es mencionada como la favorita por muchas feminizis, liberales y posers, que muchas veces no conocen más que su más famosa redondilla:
"Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis"

Sor Juana más que hombres necios

Sin embargo, la escritora de Nepantla demostró una capacidad sorprendente para crear versos con metrica perfecta, observar la realidad de su tiempo con agudeza, y pasar a la inmortalidad como la novena musa, cosa que le se sentaba muy bien.
Escribió más de diez mil sonetos, algunos de los mejores son:

COGIÓME SIN PREVENCIÓN


Cogióme sin prevención
Amor, astuto y tirano:
con capa de cortesano
se me entró en el corazón.
Descuidada la razón
y sin armas los sentidos,
dieron puerta inadvertidos;
y él, por lograr sus enojos,
mientras suspendió los ojos
me salteó los oídos.

Disfrazado entró y mañoso;
mas ya que dentro se vio
del Paladión, salió
de aquel disfraz engañoso;
y, con ánimo furioso,
tomando las armas luego,
se descubrió astuto Griego
que, iras brotando y furores,
matando los defensores,
puso a toda el Alma fuego.

Y buscando sus violencias
en ella al príamo fuerte,
dio al Entendimiento muerte,
que era Rey de las potencias;
y sin hacer diferencias
de real o plebeya grey,
haciendo general ley
murieron a sus puñales
los discursos racionales
porque eran hijos del Rey.

A Casandra su fiereza
buscó, y con modos tiranos,
ató a la Razón las manos,
que era del Alma princesa.
En prisiones su belleza
de soldados atrevidos,
lamenta los no creídos
desastres que adivinó,
pues por más voces que dio
no la oyeron los sentidos.

Todo el palacio abrasado
se ve, todo destruido;
Deifobo allí mal herido,
aquí Paris maltratado.
Prende también su cuidado
la modestia en Polixena;
y en medio de tanta pena,
tanta muerte y confusión,
a la ilícita afición
sólo reserva en Elena.

Ya la Ciudad, que vecina
fue al Cielo, con tanto arder,
sólo guarda de su ser
vestigios, en su ruina.
Todo el amor lo extermina;
y con ardiente furor,
sólo se oye, entre el rumor
con que su crueldad apoya:
"Aquí yace un Alma Troya
¡Victoria por el Amor!"

VERDE EMBELESO


Verde embeleso de la vida humana,
loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;

alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado,
y de los desdichados el mañana:

sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo;

que yo, más cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.

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